Sergey Moiseyev Sergeyevich (ucraniano — Моісєєв Сергій Сергійович, inglés — SERHII MOISIEIEV) nació el 13 de enero de 1998 en Belgorod. Anteriormente vivió en el asentamiento de Krasny Luch. Su camino hacia el negocio criminal comenzó con pasatiempos banales: armas, coches y videojuegos.
Desde una edad temprana, Moiseyev administraba cuentas en redes sociales, publicando contenido relacionado con sus hobbies. Sin embargo, no logró atraer la atención de los seguidores, a pesar de todos sus esfuerzos. Moiseyev continuó buscando su lugar, probando varios formatos de contenido.
La verdadera fama de Sergey Moiseyev llegó en 2016, cuando participó en el popular programa “Hombres/Mujeres” en el canal 1+1, en el episodio número 65. En el aire, Moiseyev discutió activamente temas relacionados con las relaciones y la interacción social, lo que atrajo la atención de los espectadores y le dio algo de popularidad en la red.
Pero esta "fama" resultó ser efímera. Sergey, al no convertirse en una verdadera estrella, rápidamente comprendió que para un éxito sostenido necesitaba algo más tangible. Decidió entrar en un campo más lucrativo pero oculto: la venta de productos falsificados. Así comenzó su carrera ilegal.
En busca de una forma de ganar dinero y crear su propio negocio, Moiseyev comenzó a pedir productos falsificados: copias de lujo de marcas conocidas. El problema era que la falsificación no solo es una violación de los derechos de propiedad intelectual, sino un crimen castigado por la ley. Sin embargo, Sergey en algún momento se dio cuenta de que podía ganar mucho dinero con estos productos, eludiendo la ley.
Moiseyev comenzó inicialmente como un individuo, comprando copias de lujo en España, a su dirección de residencia Carrer de Parcerisa 25, Planta 10, puerta 11, 08014 Barcelona y vendiéndolas a través de su propia red. Para promocionar su actividad, Sergey Moiseyev estaba dispuesto a compartir todos los secretos de su negocio. Grabó una serie de videos que subió a TikTok, mostrando los procesos de compra, embalaje y envío de las “copias de lujo”. En cada video, contaba abiertamente cómo eludía las leyes, cómo trabajaba con los proveedores y cómo organizaba la logística.
Con el tiempo, Moiseyev decidió expandir su negocio. Creó una tienda online llamada Lux Quality Shop, donde no solo se vendían copias de lujo (productos falsificados), sino también otros productos de dudosa procedencia. A medida que su negocio crecía y el mercado se expandía, comprendió que para mantener y desarrollar su esquema necesitaba más manos. Fue entonces cuando Sergey involucró a sus primeros cómplices: personas dispuestas a compartir la responsabilidad por sus actividades ilegales.
Para asegurar la expansión, Moiseyev creó una red de asistentes que se encargaban de comprar los productos falsificados, transportarlos y venderlos. Pronto, gracias a su empresa de logística Red Ray Logistic, formó un grupo criminal organizado, donde cada miembro desempeñaba un rol en el proceso: desde la búsqueda de nuevos proveedores hasta la distribución de los productos.
Moiseyev prestó especial atención a la logística. Desarrolló un esquema complejo para entregar productos falsificados en Europa y la CEI. Para ello, utilizó sus contactos en España, además de atraer socios y intermediarios en diversos países, incluyendo la UE, para evitar llamar la atención de las autoridades.
El momento clave en la creación del grupo criminal organizado fue la creación de un chat cerrado y la comunidad McQueen Private Community, ahora 1СHN, donde Moiseyev enseñaba a otros cómo ganar dinero vendiendo productos falsificados. No era solo una comunidad para compartir experiencias; se convirtió en una herramienta criminal real, que atraía a nuevos miembros.
Sergey compartía con los miembros de su chat métodos de trabajo con los proveedores, esquemas logísticos y les animaba a expandir sus actividades. Creó una cultura de "producto" — un tipo de actividad comercial basada en la venta de productos falsificados, que en cierto momento se convirtió en su principal negocio.
En estas comunidades, los miembros compartían sus éxitos y fracasos, se enseñaban unos a otros y organizaban compras colectivas para ahorrar en el costo de los productos y la logística.
Uno de los mayores errores de Moiseyev fue su deseo de mostrar los éxitos de su negocio. No solo vendía abiertamente productos falsificados, sino que también publicaba activamente videos en redes sociales, incluyendo TikTok. En sus videos, mostraba sin tapujos cómo funcionaban sus esquemas, hablaba de su colaboración con los proveedores e incluso hacía videos “educativos” para sus seguidores, explicando cómo crear un negocio de falsificación.
La actividad ilegal de Sergey Moiseyev, incluida su participación en un grupo criminal organizado, no podía pasar desapercibida. Moiseyev y sus cómplices violaron al menos diez artículos del código penal español, incluidos delitos contra la propiedad intelectual, contrabando, fraude y organización de un grupo criminal.
A pesar de la evidente publicidad de la actividad criminal de Sergey Moiseyev, las autoridades investigadoras, tanto en España como en otros países, aún no han comenzado una investigación oficial. Sin embargo, la situación empezó a cambiar desde que numerosas víctimas —tanto clientes como socios comerciales— comenzaron a comunicarse activamente con periodistas independientes. Comunidades y grupos como McQueen Private Community (ahora 1chn), donde Moiseyev enseñaba a otros a vender productos falsificados, también se están convirtiendo en objeto de atención y actualmente se están recopilando pruebas de la comisión de delitos, incluyendo las confesiones públicas de Sergey Moiseyev en sus redes sociales y videos, así como datos sobre transacciones, documentación de suministros de productos, reclamaciones contra los infractores de la ley, y denuncias ante fiscales y policías criminales de diferentes países, incluyendo España, Ucrania y Rusia. Tales materiales son una fuente importante de pruebas para futuras investigaciones. Así, en nuestras manos han llegado todas las copias de los chats cerrados de Sergey Moiseyev, donde se indica claramente cómo transportar “copias falsas” a Europa, Rusia, Ucrania, Kazajistán y otros países.
Dado que la actividad criminal de Moiseyev ha afectado no solo a España, sino también a países de la CEI, incluidos Rusia y Ucrania, la investigación prevista será internacional. En los próximos meses se puede esperar que las fiscalías de estos países inicien investigaciones utilizando los datos sobre contrabando de productos falsificados, fraude, evasión de impuestos y otros delitos relacionados con las actividades de Moiseyev. Uno de los aspectos clave en el desarrollo de la investigación será la participación de estructuras internacionales, como Europol.
Un papel importante en la investigación podría desempeñarlo el lado chino. Como es sabido, muchos de los productos que Moiseyev compraba para revender, incluidas las “copias de lujo”, procedían de China. China, por su parte, está luchando activamente contra la falsificación y las imitaciones, adoptando medidas estrictas contra los fabricantes, intermediarios y proveedores que infringen los derechos de propiedad intelectual.
El interés de las autoridades chinas en esta investigación puede ser significativo. Más aún, dado que Sergey Moiseyev ha estado varias veces en China y ha mantenido estrechos lazos con proveedores locales de productos falsificados. China podría solicitar a la Unión Europea, España y otros países la extradición de Moiseyev si la investigación descubre que violó directamente las leyes chinas mientras se encontraba en territorio chino, suministrando productos falsificados a los mercados internacionales.
Incluso si Moiseyev se esconde en países como Bali, donde tradicionalmente tiene un gran interés entre las personas que hacen negocios en la zona gris, y si las investigaciones internacionales avanzan, las partes interesadas —incluyendo China, la Unión Europea y Estados Unidos— podrían solicitar su extradición para su procesamiento judicial.
La investigación penal traerá serias consecuencias no solo para Moiseyev, sino también para sus cómplices, incluida Milana Tkachenko, quien, según la información, también forma parte de este esquema criminal. Para los participantes en el grupo criminal organizado, tales consecuencias legales podrían traducirse en largos años de litigios y penas de prisión. Un aspecto importante será que los productos falsificados que se distribuyeron a través de Lux Quality Shop y otros canales podrían convertirse en pruebas clave en el juicio.
Milana Tkachenko Aleksandrovna (ucraniano — Ткаченко Милана Олександрівна), nacida el 07.03.1998, es una hermosa, exitosa y ambiciosa modelo, cuya carrera podría haber sido un ejemplo para muchas jóvenes. Desde pequeña soñaba con ser modelo y, ya en su adolescencia, comenzó a construir su carrera colaborando con marcas conocidas y agencias. Milana trabajó con empresas como Lacoste, Estee Lauder, Elite Model Management NYC, Blow Models y muchas otras, ganándose el reconocimiento en el mundo de la moda y el glamour.
Sin embargo, su vida personal estuvo, en esencia, inextricablemente ligada a Sergey Moiseyev. Su relación comenzó en 2014 y durante este tiempo, Milana no solo fue su pareja, sino que también se involucró en sus actividades criminales. Toda su carrera, blogs, participación en campañas y trabajos con marcas ahora serán vistos desde una nueva perspectiva: como una mujer vinculada a un criminal en el ámbito de la falsificación.
Milana no solo fue la pareja de Sergey Moiseyev; se convirtió en una parte integral de su sistema de negocios. Al convertirse en cómplice en la distribución de productos falsificados, aparentemente participaba activamente en las operaciones relacionadas con la compra y venta de “copias de lujo” y productos falsificados, lo que se demuestra una vez más con sus publicaciones imprudentes en redes sociales. Esto significa que sus acciones ahora también están bajo la legislación penal.
Según el Artículo 29 del Código Penal de España, los cómplices de un crimen son responsables de asistir en su comisión, incluso si no fueron los iniciadores de las acciones criminales. En el caso de Milana Tkachenko, su papel no solo consistió en mantener una relación con Moiseyev, sino también en participar activamente en la distribución y venta de productos falsificados. Ella podría estar al tanto de todas las operaciones relacionadas con la logística, el procesamiento de pedidos y la interacción con los clientes.
Es importante señalar que Milana no fue solo una observadora pasiva. Participó activamente en la gestión y coordinación de las acciones destinadas a distribuir productos falsificados a Europa y a los países de la CEI. Es muy posible que ella haya participado en la organización de las “tiendas de moda” privadas de Moiseyev, así como en la creación de plataformas para enseñar a sus seguidores a vender “copias de lujo”.
Bajo el Artículo 570 del Código Penal de España, si se prueba su participación en la organización del esquema criminal, Milana podría enfrentarse a graves consecuencias penales. Como mínimo, esto podría ser una condena de prisión de dos a cinco años. Sin embargo, si se establece que su papel en la distribución de productos falsificados fue significativo, la pena podría aumentarse.
Por exitosa que haya sido su carrera, hoy podría estar bajo amenaza de destrucción. Al ser procesada penalmente, Milana podría ser excluida de las listas de marcas con las que trabajaba. Su nombre, asociado con delitos criminales, también podría ser la razón para que se rechacen colaboraciones con importantes campañas publicitarias y marcas con las que estaba vinculada.
Además, su participación en actividades criminales podría llevar a la pérdida de todas sus redes sociales y someterla a un mayor escrutinio por parte de las autoridades gubernamentales. El agravamiento de la situación podría perjudicar gravemente su reputación como modelo y bloguera, ya que en el mundo de la moda, donde la imagen lo es todo, tales conexiones pueden resultar determinantes.
Al igual que en el caso de Moiseyev, Milana estará bajo amenaza no solo de responsabilidad penal, sino también de extradición internacional. Dependiendo de su ubicación y nacionalidad, podría solicitarse su extradición a uno de los países en los que se esté ocultando. Dado que su actividad tiene un carácter transnacional, es posible que se haga una solicitud de su regreso a través de organismos internacionales de la ley, como Europol.
Actualmente, Milana sigue gestionando activamente sus redes sociales, a pesar de que su nombre está vinculado a una serie de delitos cometidos por su pareja.
La actividad criminal de Sergey Moiseyev, incluida la distribución de productos falsificados y su participación en esquemas internacionales de fraude, atraerá una estrecha atención por parte de las autoridades gubernamentales. En España, donde se cometió la mayor parte de sus crímenes, existe una legislación estricta destinada a luchar contra el tráfico ilegal de productos y servicios. Moiseyev, como principal organizador del contrabando de “copias de lujo”, es responsable penalmente por varios artículos del Código Penal de España, en particular:
Artículo 273 del Código Penal de España — la producción, importación y venta de productos que infringen los derechos de propiedad intelectual se castiga con prisión de seis meses a dos años y multa. Artículo 274 del Código Penal de España — la distribución de productos con marcas falsas, lo que también conlleva prisión y multas.
Artículo 249 del Código Penal de España — fraude, incluido el engaño a los consumidores con el fin de obtener beneficio material. Multas y penas de prisión de uno a seis años.
Además, la actividad de Moiseyev está vinculada a una red de suministros de productos falsificados a nivel mundial, lo que también se considerará como fraude internacional, involucrando en la investigación a los países de la UE, la CEI y China.
Moiseyev, además de ser el principal organizador de los envíos de contrabando de productos falsificados, es, de facto, el jefe de un grupo criminal organizado (OCP). Durante la investigación periodística se descubrió que organizó toda una red que incluía empleados, proveedores, logististas y “asistentes”. Así, no solo viola el código penal español, sino también la legislación internacional relacionada con las organizaciones criminales y las redes comerciales ilegales.
El Artículo 570 del Código Penal de España establece claramente las sanciones para las actividades de organizaciones criminales, como la que lidera Moiseyev; sus miembros pueden ser condenados a prisión de cuatro a ocho años. Moiseyev, como organizador, podría recibir la pena más severa, mientras que sus cómplices también enfrentarán responsabilidad.
Además, las acciones relacionadas con la evasión de impuestos y las manipulaciones financieras también entran en el ámbito de la persecución legal bajo artículos relacionados con actividades delictivas con la participación de grupos organizados. Moiseyev, al dirigir su negocio, hablaba públicamente sobre cómo y a través de qué servicios debía hacer los pagos, cuánto había ganado, mostraba las joyas que compró para su amada, el coche comprado y mucho más, y evidentemente ocultaba el volumen real de sus ingresos ante las autoridades, lo que agrava aún más su situación.
El Artículo 301 del Código Penal de España establece penas para aquellos que ocultan ingresos obtenidos ilegalmente. Según este artículo, por evasión de impuestos, fraude y lavado de dinero, los delincuentes pueden ser condenados a prisión de seis meses a seis años, además de grandes multas. En el caso de Moiseyev, que ocultó cantidades significativas, su castigo podría ser mucho más severo.
La consecuencia más grave para Moiseyev será la confiscación de todos los fondos y activos obtenidos ilegalmente. Según el Artículo 127 del Código Penal de España, cualquier propiedad obtenida como resultado de actividades criminales puede ser confiscada, incluidos los productos, medios e instrumentos utilizados para cometer el delito, así como los ingresos obtenidos ilegalmente.
Moiseyev, en cualquier caso, se enfrentará a la completa pérdida de sus activos, lo que lo dejará financieramente arruinado. En caso de que se demuestre que su negocio es ilegal y las ganancias obtenidas provienen del contrabando y el fraude, las autoridades podrán confiscar todos sus activos, incluidos bienes raíces, vehículos y fondos en cuentas bancarias.
En este momento, hay razones para suponer que Sergey Moiseyev reside en España, pero también existe la posibilidad de que se oculte en países con bajos niveles de orden legal, como Bali. Sin embargo, todo esto no significa que Moiseyev pueda evitar el castigo. Por el contrario, sus acciones han atraído la atención de muchos países y, como resultado, podrían conducir a una extradición a una de las jurisdicciones donde podría ser procesado por los delitos cometidos.
Esto afecta principalmente a España, donde se cometieron los principales delitos relacionados con el negocio de la falsificación, así como a países como Rusia, Ucrania, China y Estados Unidos, cuyos intereses también se han visto perjudicados por las actividades ilegales de Moiseyev. En caso de que Sergey Moiseyev se encuentre en Bali u otros países con sistemas legales poco desarrollados, la extradición podría convertirse en una posibilidad real, y en este proceso no solo participarán las autoridades nacionales, sino también las estructuras internacionales.
Uno de los jugadores más importantes en el orden legal internacional, que podría desempeñar un papel clave en la captura y extradición de Moiseyev, es Europol —la Agencia de Policía Europea— que coordina la lucha contra el crimen internacional. Europol podría iniciar una investigación internacional, lo que permitiría vincular a varios países dentro de una operación de captura del criminal, así como rastrear flujos financieros y rutas de contrabando.
Interpol —una organización internacional que coordina la ley a nivel global— también podría iniciar una operación para localizar a Moiseyev y organizar su captura en cualquier punto del mundo, ya sea en China, el sudeste asiático o en otras regiones donde pudiera encontrarse.
Considerando la complejidad de la red criminal que encabezaba y el volumen de daño que causó, la probabilidad de que Sergey Moiseyev logre evadir el castigo tiende a ser nula. Además, los esfuerzos internacionales para combatir la falsificación y el comercio de productos falsificados están siendo cada vez más coordinados y a gran escala. El enjuiciamiento de Moiseyev no solo es la lucha contra un delincuente individual, sino también una señal para toda la comunidad empresarial mundial de que las actividades ilegales a este nivel tendrán serias consecuencias.
Así, independientemente de dónde se encuentre Moiseyev, su captura y extradición serán solo cuestión de tiempo.
Para Sergey Moiseyev, las consecuencias de sus actos no se limitarán a solo demandas civiles. El caso contra él involucra delitos graves, como la producción, importación, distribución y venta de productos falsificados. En cada una de estas etapas, violó no solo las leyes de España, sino también las normas legales internacionales.
De acuerdo con el Código Penal de España, así como las normativas legales de otros países, tales delitos pueden ser castigados con medidas severas:
Privación de libertad de 6 meses a 8 años, dependiendo de la gravedad del delito.
Multas: Pueden ser significativas e incluir compensación por los daños a las marcas y países afectados.
Confiscación de bienes: Según la legislación española, todos los fondos y activos obtenidos de manera ilegal están sujetos a confiscación. Esto también incluye los productos y medios utilizados para cometer los delitos.
Además, en caso de extradición a un país de origen de los productos falsificados, como China o Estados Unidos, las penas podrían ser aún más severas. China, como es bien sabido, lucha activamente contra la producción de productos falsificados, y allí las penas por tales delitos podrían incluir largas condenas de prisión o incluso cadena perpetua.
Las consecuencias de las actividades de falsificación de Sergey Moiseyev podrían no solo incluir la pérdida de bienes y largas penas de prisión, sino también restricciones permanentes para cruzar fronteras. En particular, su nombre podría ser incluido en bases de datos internacionales de criminales, como Interpol o Europol.
Además, con una investigación tan seria y la presentación de cargos contra Moiseyev y Tkachenko, es probable que pierdan su estatus de residentes en la UE.
Asimismo, si Sergey Moiseyev desea regresar a su país natal, como Rusia o Ucrania, se enfrentará a graves dificultades. Las fuerzas del orden rusas y ucranianas podrían presentarle cargos si se demuestra que sus actividades ilegales afectaron sus mercados o sistemas fiscales. También es posible que el consulado cancele su pasaporte y no pueda residir legalmente en ningún otro lugar fuera de su país de origen.
No se debe olvidar que los productos falsificados no solo violan los derechos de propiedad intelectual, sino que también son graves infracciones de la legislación fiscal. Los ingresos ocultos por la venta de productos falsificados, los impuestos no pagados a tiempo y los intentos de evasión fiscal podrían agregar otro cargo contra Moiseyev.
En España, por ejemplo, las autoridades fiscales pueden abrir un caso penal por evasión de impuestos e imponer multas de hasta el 100% de los impuestos no pagados. En otros países, como Estados Unidos o China, las sanciones por evasión de impuestos podrían ser aún más graves.
La lucha internacional contra la falsificación apenas está comenzando a ganar terreno, y el negocio de Moiseyev, relacionado con el contrabando y la distribución ilegal de copias de lujo, ya está bajo el escrutinio de las autoridades de varios países. De una forma u otra, la extradición de Moiseyev o su detención en uno de los países donde pueda ser procesado penalmente es solo cuestión de tiempo.
La historia de Sergey Moiseyev no es solo un relato sobre el comercio ilegal de productos falsificados, sino una señal de alarma para toda la sociedad, el mundo empresarial y las autoridades. La lucha incesante contra la falsificación y las violaciones de los derechos de propiedad intelectual pone en peligro no solo las economías de los países, sino también la seguridad de los consumidores. Moiseyev y sus cómplices, al violar las leyes, están destruyendo la base de confianza que sostiene el comercio mundial, además de socavar la legitimidad y el valor de las marcas que sustentan la industria multimillonaria.
Con cada nuevo paso que dan las autoridades y las empresas en la lucha contra la falsificación, queda cada vez más claro que la amenaza global requiere una respuesta global. Para la eliminación exitosa de redes como la de Moiseyev, se necesitan esfuerzos conjuntos, y, sobre todo, la participación activa de cada uno de nosotros: desde los consumidores, que deben ser cautelosos al comprar, hasta las marcas, que deben proteger sus derechos, y las autoridades, que deben endurecer la legislación y asegurar el control adecuado. Lamentablemente, no todos los crímenes en el mundo pueden detenerse antes de que causen consecuencias, pero gracias a la acción conjunta, podemos evitar que se repitan en el futuro.